Hace 11 años, un 19 de abril de 2005, era elegido el Cardenal Joseph Ratzinger como sucesor de Pedro y presentado al mundo como Papa Benedicto XVI. En sus primeras palabras, el ahora Sumo Pontífice Emérito recordó a San Juan Pablo II y se definió como un “simple y humilde trabajador en la viña del Señor”.
Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar también con instrumentos insuficientes, y sobre todo confío en vuestras oraciones… el Señor nos ayudará y María Santísima Madre está de nuestra parte”, exclamó el Santo Padre ante una abarrotada Plaza de San Pedro el día de su elección.
El Papa Benedicto XVI durante ochos años como Santo Padre, continuó el camino de su predecesor y visitó 24 países de cuatro continentes en 100 días de los 2,800 de su pontificado, siendo Asia el único continente al que no llegó a ir. Publicó las encíclicas “Caritas in veritate”, “Spe Salvi”, “Deus caritas est”.
En una sorprendente e histórica decisión, el entonces Papa Benedicto XVI anunció el 11 de febrero de 2013 su renuncia al pontificado.
En aquella ocasión dijo que debido a su avanzada edad (estaba por cumplir 86 años) ya no tenía fuerzas para ejercer de forma adecuada el ministerio petrino. Además, precisó que desde el 28 de febrero de 2013 de ese año, a partir de las 8:00 p.m. (hora local), la sede de Pedro quedaba vacante.
Actualmente Joseph Ratzinger vive en el monasterio Mater Ecclesiae en el Vaticano, en donde se dedica a la lectura y la oración.
Una de sus últimas y más recordadas apariciones fue al lado del Papa Francisco durante la canonización de San Juan Pablo II y San Juan XXIII, considerado por la prensa como “el día de los cuatro Papas”.