VATICANO, 15 Sep. 17.- En la audiencia que sostuvo este viernes 15 de septiembre con los miembros de la Asociación Nacional del Espectáculo Viajante, el Papa Francisco los animó a ser mensajeros de la alegría que gusta a Dios y viene de Él.
“Sé bien que la vida del trabajo itinerante no es una vida fácil. Conozco las dificultades que encontráis con vuestras familias, en vuestro continuo andar de lugar en lugar”, señaló el Santo Padre sobre el espectáculo viajante e itinerante que contagia alegría entre grandes y pequeños en ciudades de todo el mundo y que, según dijo, es toda una vocación..
Francisco manifestó que “vuestra vocación en la vida y en el trabajo es la alegría” y “se convierte rápidamente en una misión: la de ofrecer a la gente, a los niños, pero también a los adultos y a los ancianos, ocasiones de diversión sana, limpia”.
“Si sabéis conservar estos valores, esta genuinidad y simplicidad, seréis mensajeros de la alegría que gusta a Dios y que viene de Él”.
El Pontífice compartió luego con los asistentes a la audiencia: “Les confieso que yo prefiero la vuestra (diversión), que tiene un perfume más a estupor, a encanto, y que es fruto de horas y horas de duro trabajo. Un carrusel que no termina de maravillar, genera una alegría dulce en pequeños y grandes”.
El Papa indicó que en ocasiones sucederá que se detienen “en comunidades que no siempre aprecian el valor social de este tipo de espectáculo”. “No os desaniméis, sino continuad vuestro camino, para que nuestras ciudades y nuestras regiones no pierdan el gusto por esta peculiar belleza a través de vuestra esperanza, vuestro arte, vuestra alegría”.
“El vuestro es un camino que, gracias a Dios, está iluminado por la fe, una fe que vivís sobre todo en familia, y esto es muy importante: la familia en camino con Dios, animada por la confianza en la Providencia”.
Según el Pontífice, se trata de una fe que “encuentra también en las diversas parroquias que atravesáis a través de lugares de referencia para el descanso espiritual: para la participación en la Eucaristía, la preparación y la celebración de los sacramentos, para un consejo o una ayuda fraterna a la comunidad”.
Les deseó que exista “siempre la apertura, el encuentro”, el querer “conocerse y compartir momentos de vida y de oración”.
Como ha dicho en otras ocasiones, el Santo Padre recordó que el arte de este tipo de asociaciones es “una belleza artesanal, distinta de la que producen grandes potencias de la diversión, que resulta un poco ‘aséptica’, poco humana”.
fuente: aciprensa.com