Retiro de noviembre #DesdeCasa (2022)

Esta guía es una ayuda para hacer por tu cuenta el retiro mensual, allí dónde te encuentres, especialmente en caso de dificultad de asistir en el oratorio o iglesia donde habitualmente nos reunimos para orar.

∙ Descarga el retiro mensual #DesdeCasa (PDF)
1. Introducción. Invitados a participar en el Reino de Dios.
2. Meditación I. La esperanza del cielo.
3. Meditación II. Jesucristo, Rey del Universo.
4. Charla.
5. Lectura espiritual.
6. Examen de conciencia.


Introducción

Invitados a participar en el Reino de Dios

El contenido central del “Evangelio” es que el Reino de Dios está cerca. Se pone un hito en el tiempo, sucede algo nuevo. Y se pide a los hombres una respuesta a este don: conversión y fe. El centro de esta proclamación es el anuncio de la proximidad del Reino de Dios; anuncio que constituye realmente el centro de las palabras y la actividad de Jesús. (…) Hablando del Reino de Dios, Jesús anuncia simplemente a Dios, es decir, al Dios vivo, que es capaz de actuar en el mundo y en la historia de un modo concreto, y precisamente ahora lo está haciendo. Nos dice: Dios existe. Y además: Dios es realmente Dios, es decir, tiene en sus manos los hilos del mundo.

En este sentido, el mensaje de Jesús resulta muy sencillo. (…) Él nos dice: Dios actúa ahora; ésta es la hora en que Dios, de una manera que supera cualquier modalidad precedente, se manifiesta en la historia como su verdadero Señor, como el Dios vivo. En este sentido, la traducción “Reino de Dios” es inadecuada, sería mejor hablar del “ser soberano de Dios” o del reinado de Dios.

El mensaje de Jesús acerca del reino recoge afirmaciones que expresan la escasa importancia de este reino en la historia: es como un grano de mostaza, la más pequeña de todas las semillas. Es como la levadura, una parte muy pequeña en comparación con toda la masa, pero determinante para el resultado final. (…) El tema del “Reino de Dios” impregna toda la predicación de Jesús. Por eso sólo podemos entenderlo desde la totalidad de su mensaje. Dios ocupa siempre el centro de su predicación; pero precisamente porque el mismo Jesús es Dios, el Hijo, toda su predicación es un anuncio de su misterio, es cristología; es decir, es un discurso sobre la presencia de Dios en su obrar y en su ser.

Joseph Ratzinger – Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, Cap. 3: “El evangelio del Reino de Dios”.

Primera meditación

Opción 1. Meditación: La esperanza del Cielo. 

Opción 2: Benedicto XVI. La verdadera fisonomía de la esperanza cristiana. (Encíclica Spe salvi, números 24-29).

Segunda meditación

Opción 1. Meditación: Jesucristo, Rey del universo. 

Opción 2. San Josemaría, Homilía Cristo Rey (Audio y texto)

Charla: El servicio en los diversos ámbitos de la vida social. Texto extraído del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia.

Lectura:

Opción 1. Conferencia Episcopal Española. Nota a favor de la dignidad e igualdad de toda vida humana.

Opción 2. ¿Cómo es el Cielo? Rezar con textos de san Josemaría.

Examen de conciencia

Acto de presencia de Dios

1. «Los elegidos verán el rostro de Dios y llevarán su nombre sobre la frente» (Ap 22, 4). ¿Busco a Cristo en el sagrario y al hacer oración? ¿Descubro su rostro al servir a los demás o al atender a los enfermos?

2. «¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde el alma? ¿Qué aprovecha al hombre todo lo que puebla la tierra, todas las ambiciones de la inteligencia y de la voluntad? ¿Qué vale esto, si todo se acaba, si todo se hunde, si son bambalinas de teatro todas las riquezas de este mundo terreno; si después es la eternidad para siempre, para siempre, para siempre?» (Amigos de Dios, n. 200).

3. «El mismo Dios estará con ellos y enjugará las lágrimas de sus ojos y la muerte no existirá más, ni habrá duelo ni gritos ni trabajo, porque todo esto es ya pasado» (Ap 21, 3-4). ¿Cómo me consuela y me alienta la consideración del amor de Dios en el cielo?

4. ¿Me ilusiona saber que Dios cuenta conmigo para ayudar a muchos a ir al cielo? ¿Soy consciente de que mi cónyuge y mi familia son parte de mi senda hacia Dios?

5. «Jesús desea reinar, antes que nada, en el corazón, en tu corazón» (Es Cristo que pasa, n. 31). ¿Cómo dejo que Cristo viva y reine en mí? ¿Le pido que reine en mi familia?

6. ¿Deseo contribuir con mi trabajo y apostolado a «recapitular en Cristo todas las cosas» (Ef 1,10)? ¿Me intereso por lo que sucede en la sociedad y cumplo con mis deberes ciudadanos? ¿Cómo podría servir mejor para que el amor de Dios se haga presente en mi entorno?

7. ¿Amo apasionadamente la libertad de los demás en todo lo opinable, sin provocar enfrentamientos ni tensiones innecesarias? ¿Cómo valoro la riqueza que supone convivir con personas distintas y lo mucho que puedo aprender de ellas?

Acto de contrición

Fuente: opusdei.org