REFLEXIONES DEL PADRE JUAN ALBERTO

PIEDRAS.

 

Señor, te pido perdón por todas las ocasiones en que he recogido piedras con la intención de devolver la agresión a aquellos que en su desgracia lo único que han sabido hacer es apedrear mi vida. Señor, si quiero dar testimonio de amor, que no devuelva mal por mal y que quite de mi alma la palabra enemigo.