REFLEXIONES DEL PADRE JUAN

EL BESO DE DIOS.

 

Cuando en el horizonte el enamorado contempla la unión entre el cielo y el mar, es capaz de definir esa experiencia como un beso entre ellos. La encarnación del hijo de Dios es la unión entre lo divino y lo humano; y esta experiencia es para nosotros, el beso que Dios nos da, en su amor por nosotros, recuerda que cada vez que comulgas te estás dejando besar por Dios.