ROMA. 26/Agosto/16. En el reciente diálogo que sostuvo con los jesuitas de Polonia, país al que fue en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud Cracovia 2016, el Papa Francisco explicó que las situaciones de la vida cotidiana no son blancas o negras, sino de una gran variedad de grises, razón por la cual los seminaristas y sacerdotes deben ser formados para guiar bien a los fieles.
El texto del diálogo que sostuvo el Pontífice con este grupo de 28 sacerdotes el pasado 30 de julio ha sido publicado el pasado jueves 25 de agosto por La Civilta’ Cattolica, la revista jesuita que dirige el P. Antonio Spadaro, quien también estuvo presente en el encuentro.
“Los futuros sacerdotes necesitan ser formados no con ideas abstractas y generales, que son claras y diferentes, sino con este fino discernimiento de espíritu, para que ayuden a la gente en sus vidas concretas”, dijo el Santo Padre en su visita a los jesuitas.
En esa ocasión, el Papa dijo que los seminaristas “necesitan entender esto realmente: en la vida no todo es blanco o negro, negro y blanco. ¡No!En la vida predominan los tonos del gris. Tenemos que enseñarles cómo discernir esto”.
“Les pido que trabajen con los seminaristas. Sobre todo denles lo que hemos recibido de los ejercicios (espirituales): la sabiduría del discernimiento”, afirmó.
La Iglesia hoy, continuó, “necesita crecer en su capacidad para el discernimiento espiritual” y resaltó que en algunos seminarios, el plan de formación enfatiza mucho la educación “a la luz de ideas que son muy claras y distintas, y por lo tanto para actuar con límites y criterios definidos muy rígidamente a priori”.
Al tener estas reglas tan claramente definidas, dijo el Papa, la formación termina siendo una fórmula del tipo “tienes que hacer y no tienes que hacer lo otro” y así no se depende de las “situaciones concretas” del día a día.
“De ese modo los seminaristas, al convertirse en sacerdotes, encuentran dificultad en acompañar las vidas de muchos jóvenes y adultos… y mucha gente se va del confesionario decepcionada”, dijo Francisco.
El Papa aclaró que la dirección espiritual “no es solo un carisma sacerdotal, sino también laico”, pero es más importante que los sacerdotes sean buenos en eso porque “lo necesitan en su ministerio”.
Los presbíteros “reciben con frecuencia las confidencias de las consciencias de los fieles” y por ello se necesita que el discernimiento espiritual sea enseñado “sobre todo a ellos para ayudarlos a la luz de los ejercicios en la dinámica del discernimiento pastoral”.
El jesuita, dijo recordando al famoso teólogo Karl Rahner, SJ, “debe ser un hombre con un instinto sobrenatural”.
“Eso quiere decir que debe estar equipado con un sentido de lo divino y un sentido de lo diabólico relacionado a los eventos de la vida humana y la historia”. “El jesuita debe ser capaz de discernir si está en el campo de Dios o en el campo del demonio”, resaltó el Papa Francisco.