Durante la Misa celebrada este 9 de enero en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco advirtió sobre la “tentación del diablo para hacer la guerra” y recordó que “la verdadera paz se siembra en el corazón”.
En su homilía, el Santo Padre invitó a cuestionarse “cómo va la paz en casa” y si nuestro corazón está “en paz” o “ansioso”.
“Por lo general, nuestra forma de actuar en la familia, en el vecindario, en el lugar de trabajo es una forma de actuar de guerra: destruir al otro, ensuciar al otro. Y esto no es amor, esta no es la paz segura que pedimos en la oración. Cuando hacemos esto no está el Espíritu Santo. Y esto nos sucede a cada uno de nosotros, a cada uno. Inmediatamente viene la reacción de condenar al otro. Sea un laico, una laica, un sacerdote, una religiosa, un obispo, un Papa, todos, todos. Es la tentación del diablo hacer la guerra”, señaló el Papa.
En esta línea, el Pontífice comentó la primera lectura de la Liturgia del día en que el evangelista San Juan indica el camino para alcanzar la paz interior que es: “permanecer en el Señor”.
“Donde está el Señor hay paz. Él es quien hace la paz, es el Espíritu Santo que envía para hacer las paces dentro de nosotros. Si permanecemos en el Señor, nuestro corazón estará en paz; y si habitualmente permanecemos en el Señor cuando cometemos un pecado o un defecto, será el Espíritu quien nos hará saber este error, este desliz”, explicó.
Por ello, el Santo Padre sugirió “permanecer en el Señor” y agregó: “¿Cómo permanecemos en el Señor? El apóstol dice: Si nos amamos los unos a los otros… Este es el secreto de la paz”.
Finalmente, el Papa Francisco exhortó en su homilía a rezar al Señor para que conceda la paz en el mundo.
“Cuando hablamos de paz inmediatamente pensamos en las guerras, que en el mundo no existan guerras, que haya paz segura. Es la imagen que nos viene siempre: paz y no guerras, pero siempre afuera: en aquel país, en aquella situación… También en estos días que ha habido tantos fuegos encendidos de guerra… La mente va inmediatamente allí cuando hablamos de paz: ‘Que el Señor nos dé la paz’. Y eso está bien. Tenemos que rezar por la paz en el mundo, siempre debemos tener delante de nosotros este don de Dios que es la paz y pedirlo para todos”, concluyó.
Lectura comentada por el Papa Francisco:
I Juan 4:19–5:4
19Quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor. Nosotros amemos, porque él nos amó primero. 20Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. 21Y hemos recibido de él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano. 1Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a aquel que da el ser ama también al que ha nacido de él. 2En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. 3Pues, en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, 4 pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.