Papa Francisco. Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa
En una nueva entrevista, esta vez concedida al diario argentino La Nación, el Papa Francisco dijo estar dispuesto a todo, para ponerle fin a la guerra en Ucrania, iniciada el pasado 24 de febrero tras la invasión de Rusia, que ha cobrado la vida de miles de personas y ha generado la mayor ola de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Al ser preguntado sobre si la Santa Sede hace algo para que la guerra cese, el Santo Padre dijo que “siempre hay gestiones. El Vaticano no descansa nunca. Los detalles no se los puedo contar porque dejarían de ser gestiones diplomáticas. Pero los intentos no cesarán nunca”.
Una de las primeras gestiones fue realizada por el mismo Papa Francisco, que el 25 de febrero visitó la embajada de Rusia ante la Santa Sede. Aunque el Vaticano no dio detalles de la visita, se cree que el Santo Padre dialogó ese día con el embajador ruso, Aleksandr Avdeev.
Sobre esta visita, el Papa dijo a La Nación que “fui solo. No quise que nadie me acompañara. Fue una responsabilidad personal mía. Fue una decisión que tomé en una noche de vigilia pensando en Ucrania”.
“Está claro para quien quiere verlo bien que estaba señalando al gobierno que puede poner fin a la guerra en el próximo instante. Para serle sincero, quisiera hacer algo para que no haya una sola muerte más en Ucrania. Ni una más. Y estoy dispuesto a hacer todo”, explicó el Pontífice.
A la pregunta sobre si se justifica la guerra, el Papa respondió que “toda guerra es anacrónica en este mundo y a esta altura de la civilización. Por eso también besé públicamente la bandera de Ucrania. Era un gesto de solidaridad con sus muertos, con sus familias y con los que sufren la emigración”.
Al finalizar la Audiencia General del 6 de abril, el Papa Francisco mostró y besó una bandera ucraniana de “la ciudad martirizada de Bucha”, saludó a niños refugiados y les entregó regalos por Pascua.
Ese día, el Papa dijo que “las recientes noticias sobre la guerra en Ucrania, en lugar de traer alivio y esperanza, muestran una nueva atrocidad, como la masacre de Bucha”, refiriéndose a los crímenes perpetrados por soldados rusos en esa ciudad ucraniana.
“Crueldad siempre horrible, realizada también contra civiles, mujeres y niños desarmados. Son víctimas cuya sangre inocente grita hasta el cielo e implora que se ponga fin a esta guerra”, lamentó ese día el Pontífice.
En la entrevista con La Nación y a la pregunta sobre por qué no ha ido a Kiev, el Papa Francisco dijo que “no puedo hacer nada que ponga en riesgo objetivos superiores, que son el fin de la guerra, una tregua o, al menos, un corredor humanitario. ¿De qué serviría que el Papa fuera a Kiev si la guerra continuara al día siguiente?”.
El Pontífice explicó luego que tiene buenas relaciones con el Patriarca ortodoxo Kirill, el máximo líder de esa Iglesia cristiana en Rusia, con quien iba a reunirse en junio en Jerusalén, encuentro que ya no se realizará para evitar “muchas confusiones”.
El Papa negó luego que haya acusado a todos los periodistas de practicar la coprofilia y se refirió a la posibilidad de volver a Argentina.
Al ser preguntado sobre cuándo haría ese viaje, Francisco contestó: “No lo sé. Deben coincidir varias circunstancias. Pero quiero volver a ver el país porque nunca lo olvidé”.
Fuente: aciprensa.com