Oh Dios ya que en nuestros tiempos tan llenos de egoísmo y violencia, donde el mundo de hoy ya no ve esperanzas. Hazle ver a nuestro hermanos que aun hay una luz mientras haya fuego en el corazón de cada ser ¡donde ese fuego eres tú! Y que ese fuego necesita ser llevado a cada persona para hacer una hoguera inapagable de amor, así como lo comprendió Santa Beatriz de Silva, convirtiéndose en una mujer de amor y de cruz por donar toda su vida y ofrecerla enteramente por la salvación de la humanidad. Porque comprendió las palabras de su esposo en la noche del jueves santo: “nadie ama tanto como el que entrega la vida por sus amigos”
Por esta vida, por esta entrega de tu hija predilecta que amo y honro tanto a la Madre de tu hijo santísimo, otorga a la Orden Concepcionista, vocaciones que ardientes de celo y amor, sean antorchas de esperanza para nuestra humanidad hermana, y formen así la civilización nueva del amor.
Amén.
R.- Santa Madre Beatriz de Silva.
V.- Ruega por nosotros y traínos vocaciones.