Suscita Señor en las jóvenes de hoy, el deseo de dar su vida y mostrar a los hombres la palabra que Santa Beatriz nos enseña y dice con su vida: María Inmaculada.
Palabra que tomo forma en su alma y llevo entronizada en el corazón, convirtiéndose en la perla predilecta de la reina del cielo por su entrega fiel en la misión que tu ¡Oh Señor! Le diste. Amén.
R.- Santa Madre Beatriz de Silva.
V.- Ruega por nosotros y traínos vocaciones.