Dios Padre Nuestro, te confiamos a las jóvenes con sus aspiraciones y esperanzas.
Vuelve hacia ellas tu mirada de amor y hazles operadoras de la paz y constructoras de la civilización del amor.
Llámales como a Santa Beatriz de Silva a seguir a Cristo, tu hijo. Hazles comprender que vale la pena dar enteramente la vida por ti y por la humanidad. Concédeles generosidad y prontitud en la respuesta.
Acoge, Señor nuestra alabanza y oración también, por las que ya consagradas a ti a ejemplo de María “Madre de la Iglesia” han creído en tu palabra y luchan día con día por vivir fielmente el carisma Concepcionista. Amén.
R.- Santa Madre Beatriz de Silva.
V.- Ruega por nosotros y traínos vocaciones.