Gracias Señor por la oportunidad que me das de despertar, de iniciar un día más. Cuántas cosas, cuántos pendientes llegan a mi mente, el tan acostumbrado trajín de cada día. Dame Señor la gracia de mantener siempre mi lámpara encendida, fortalece mi fe, renueva mi esperanza, ayúdame a saber buscar momentos a lo largo del día para estar contigo, para mantener mi corazón fortalecido, lleno de tu amor y siempre dispuesto a servir, a ayudar a mis hermanos. Dame la gracia Señor de vivir mi hoy intensamente, que no deje pendientes para mañana, se que es difícil, pues por más que alargue el día solo tiene veinticuatro horas y hay muchas cosas por hacer, pero pocas son las realmente importantes, las que no puedo dejar para después, las que son para hoy, ayúdame a descubrirlas y a darles solución. Gracias Señor por este momento. Inicio mi día en paz, con la confianza de que tu vas conmigo. Cuida de mis familiares y amigos, una oración especial por los enfermos y los atribulados, envíanos a todos tu bendición, Amén. (Pbro. Tavo).
