Buenos días Señor, gracias por este nuevo día. Hoy quiero pedirte que me ayudes a jamás caer en la rutina, en la costumbre, en la mediocridad, jamás acostumbrarme a vivir. Dame la gracia Señor de ser más reflexivo, de saber detenerme a meditar, a contemplar los diversos acontecimientos del mundo, de mi vida. Que no sea indiferente con la vida, que no me acostumbre a vivir, dame la gracia de saber vivir bien la vida, dando lo mejor de mi en cada momento, que no pierda el tiempo en cosas que no valen la pena, ni pierda la paz por cosas a veces tan insignificantes. Dame la gracia de saber vivir hoy con alegría, esa alegría sincera que viene de ti Señor, del darse a los demás, de servir, de amar con corazón sincero sin esperar nada a cambio, Amén. (Pbro. Tavo).