Viernes 19 de enero 2018
Antes de continuar con mis actividades, me detengo ¿Hacia dónde voy? ¿Qué quieres hoy de mi Señor? Que fácil es dejarse llevar por el activismo, las cosas de aquí, el trabajo, los pendientes, lo urgente me absorben, perdóname Señor por olvidarme con tanta facilidad de tí, tu bien sabes que no es porque no te quiera, soy despistado. Por eso me detengo para elevar mi mirada a lo alto, para buscarte, ¡habla Señor, aquí estoy! Gracias por siempre darme la oportunidad de volver a empezar, por no cansarte de salir cada día a mi encuentro e invitarme a seguirte. Cuenta conmigo, solo te pido que me envíes los dones que tanta falta me hacen, fe, para saberte descubrir en cada momento del día, esperanza, para que a pesar de las pruebas no olvide que tu me acompañas y todo tiene su tiempo y su razón de ser, humildad y paciencia, para saber seguir tus caminos, caridad y generosidad para saber tratar a mis hermanos con la misma caridad y cortesía que tu lo hacías. Gracias Señor por este día, te pido mucho por todos aquellos hermanos que sufren, los enfermos, los que pasan hambre y frío, por los que se han quedado solos, que puedan encontrar en mi a un hermano y en ti la fuerza que los sostiene para vivir cada día con ánimo y confianza. ¡Señor, haz de mi un instrumento de tu paz! Amén, (Pbro. Tavo).