Al iniciar este nuevo día busco un momento de silencio para ponerme en tu presencia, para conversar contigo Señor, para agradecerte y ponerme en tus manos. Dame Señor sabiduría para saber vivir plenamente cada una de mis actividades de este día, realizarlas con alegría, para saber decidir y optar siempre por lo bueno. Que tu presencia Señor llene mi corazón de entusiasmo y generosidad, que busque en todo momento dar lo mejor de mi. Quita de mi Señor todo aquello que me robe la paz, que me impida avanzar. No dejes que sentimientos de desánimo o tristeza entren en mi vida, borra de mi mente cualquier rasgo de rencor, orgullo o soberbia. Hoy quiero caminar libremente junto a ti Señor, que mis acciones y palabras muestren tus enseñanzas. Que sepa estar atento y disponible a los demás, qué mi alegría sea compartida. Dame la gracia de saber estar siempre atento y disponible para salir al encuentro de los más necesitados. Señor contigo todo lo puedo, gracias por este día, lo inicio con alegría y con la confianza puesta en ti. María me pongo en manos, intercede por mi para alcanzar estos buenos propósitos, Amén. (Pbro. Tavo).