Inicia un nuevo día, gracias Señor, que alegría poder iniciarlo junto a ti, en oración, en la Eucaristía. Pongo en tus manos mis trabajos y luchas de este día, que todo cuanto haga sea para gloria tuya. Ayúdame a sacar de mi corazón todo aquello que pueda haber de tristeza, rencor y orgullo, para seas tú y sólo tú Señor quien reine en mi corazón. Ilumina mi conciencia, guía mis pasos, que busque en todo momento hacer el bien y ponga un verdadero esfuerzo para transmitir con mis acciones y actitudes tus enseñanzas, tu mensaje de paz y esperanza, Amén, (Pbro. Tavo).