Gracias Señor por este nuevo día, por la oportunidad que me das de vivir un día más. Cuántas cosas por hacer, cuántos planes, cuántos deseos de contribuir, de ayudar con mis pequeñas acciones a que el mundo sea mejor. Tristemente en nuestro mundo hay mucho odio, mucho rencor, mucha indiferencia, parecería que la cizaña estuviera ahogando al trigo. Pero al final sé que el bien vencerá, Por eso Señor, hoy más que nunca quiero pedirte que me ayudes a llevar adelante mis buenos propósitos, a no desistir, no permitas que me quede en puras buenas intenciones, hay que trabajar. Hoy es el día para que al salir a la calle saludar con alegría, detenerme a escuchar, ceder el paso, saludar a todos por igual, ser más hermano de mis hermanos. Hoy es el día, te ofrezco lo mejor de mi, ayúdame a ser un buen instrumento en tus manos. ¡Toma mi barro y haz de mí una vaso nuevo! Amén. (Pbro.Tavo).
