Martes 8 de octubre de 2019
En ese día Señor dos cosas te quisiera pedir,
humildad y misericordia. Humildad para darte
a ti el lugar que te corresponde, para que
sepa descubrir tu mano providente a lo largo
del día, para que jamás me vaya a sentir ni
más ni menos que los demás y sepa tratarlos
como tú lo harías Señor. Misericordia para
tener presente todo lo que tú me has amado,
a pesar de mis errores y caídas, siempre me
has tendido la mano, ayúdame a no juzgar a
mis hermanos, a no guardar rencores ni
envidias, que sepa ponerme en sus zapatos y
amarlos como tú lo harías Señor, Amén.
(Pbro. Tavo)