Lunes 12 de Marzo de 2018
En este momento del día hago un alto me detengo para elevar mi mirada a ti Señor, mi pensamiento va hacia aquellos hermanos que sufren, los enfermos y sus familias, los que pasan hambre, los sin techo, aquellos que sufren la opresión, los olvidados, los invisibles, son tantos Señor! Personas que día a día cruzan por nuestras vidas, que incluso pueden estar en nuestra propia familia, entre nuestros amigos y que, quizá no por maldad, pero si por andar tan ensimismados, no somos capaces de verlos, de ayudarlos, de detenernos a escucharlos. Señor, ayúdanos a vencer el egoísmo, a dejar de pensar solo en los propios intereses, danos la gracia de saber ver a nuestros hermanos como hermanos, de abrir las puertas de nuestro corazón para que puedas entrar tu Señor con tu luz, con tu fuerza, con tu amor y transformes nuestro corazón de piedra en un corazón que ama. ¡Señor, que no seamos sordos a tu voz! Amén. (Pbro. Tavo).