Al iniciar este día quiero pedirte me ayudes a valorar la vida, a saber agradecer y aprovechar los dones que diariamente me das. Cuantos hoy quisieran con su familia estar, y no pueden, cuantos quisieran caminar, dar un abrazo, contemplar la naturaleza, beber un vaso de agua fresca, escribir un verso y no pueden, ¿Porque ellos no y yo si? Nadie en especial soy, uno más de tus hijos, que te pide conciencia para saber valorar lo que diariamente me das, los pequeños y grandes dones, que sepa vivirlos con gratitud y alegría, que sepa valorarlos siempre como un inmerecido don y sepa hacerlos rendir y compartir. Señor, enséñame a vivir hoy, cada día de la mejor manera posible, dando en todo momento lo mejor de mi, dejando de lado todo orgullo, mal genio y soberbia. Que sepa disfrutar cada momento, sin prisas, dándole el tiempo necesario, sin dejar para mañana lo que hay que vivir hoy, un saludo, una visita, una sonrisa, un te quiero, un perdón. Ayúdame a vivir mi hoy con intensidad y alegría, con la paz y confianza de saber que a mi lado siempre estás, Amén. (Pbro. Tavo).
