ORACIÓN DE LA MAÑANA

Que días Señor nos has permitido vivir, cuanto dolor, cuanta impotencia, y a la vez cuanto amor, cuanta solidaridad. Son momentos tristes que me ayudan a comprender la fugacidad de la vida, la banalidad de las cosas materiales, lo frágil que es nuestra vida. Hoy que en tu evangelio nos hablas de la llamada de Mateo, aquel hombre apegado al dinero, a lo material, quiero pedirte me des la gracia de saber despegar mi corazón de todo aquello que no es necesario, que sepa elevar mi mirada a lo alto, fijar mis ojos en ti y detenerme a meditar qué lugar ocupas tú en mi vida, quién eres tú para mi, realmente eres mi Dios y mi amigo, o solamente aquel a quien acudo en los momentos difíciles. Señor yo quiero ser tu amigo, no permitas que la indiferencia y apatía entren en mi vida. Entra hoy en mi corazón, en mi vida y arranca todo aquello que no te permite ocupar tu lugar. Llena mi corazón de paz y esperanza, y te pido que estos momentos difíciles que estamos viviendo en nuestra patria y en los países vecinos me ayuden a vivir la vida con mayor autenticidad, como un verdadero cristiano. Señor, te pido por todos nuestros hermanos que hoy sufren a causa de los desastres naturales, por los ancianos y olvidados, por los heridos y abandonados, por los que han fallecido, por este tu pueblo mexicano que hoy clama tu protección, Amén. (Pbro. Tavo).