Gracias Señor por permitirme amanecer un día más, quiero ofrecerte cada una de las actividades de este día. Dame la gracia de vivir cada momento dando lo mejor de mí, sin dejar de mi parte nada para mañana, solo lo que corresponde al mañana y que es imposible realizar hoy. Trabajar, orar, servir, agradecer, sonreír, disfrutar, como tú lo hacías Señor, viviendo plenamente el hoy. Que las preocupaciones futuras no me impidan vivir el presente, bástale a cada día su afán. Hoy quiero mantenerme unido a ti Señor, que mis palabras y acciones sean siempre de acuerdo a tus enseñanzas. Ayúdame a ser reflexivo, a no hablar sin pensar, a detenerme a pensar antes de tomar decisiones, todo tiene consecuencias, buenas o malas, depende de mi. Ayúdame a ser generoso, con mi tiempo, no pensar solo en mis planes, en lo que yo quiero hacer, más bien estar siempre disponible para servir, ayudar. Santa Maria, enseñame a vivir este día como los viviste tu, atento a la voz de Dios, atento en las necesidades de los demás y servir con iniciativa, con alegría, Amén. (Pbro. Tavo)
