ORACIÓN DE LA MAÑANA 

Buenos días Señor, gracias por subir cada día a mi barca y navegar conmigo. Tú mejor que nadie me conoces y sabes cuáles son los caminos que hay que recorrer, enséñame a ser humilde y a confiar en ti, a dejarme conducir por ti. Hay veces que los días son buenos y los vientos favorables, otros en los que las tormentas aparecen y los vientos son contrarios, lo importante es que tú siempre me acompañas, en la tormenta y la calma. Por eso es que hoy inicio mi día lleno de alegría, dirijo mi barca mar adentro, y una y otra vez lanzaré las redes con la seguridad de que tú me acompañas y que tú me llevarás por la mejor ruta hacia la plenitud. ¡Dime Señor, en qué puerto debo anclar! (Pbro. Tavo)