Amanece un nuevo día y con él la oportunidad de vivir mejor la vida, de enmendar, de conocerte un poco más Señor. ¿Porqué Señor somos tan fáciles para juzgar y criticar a los demás? ¿Porqué seremos tan duros de juicio? Si tú nos hiciste para amar y es haciendo el bien que uno encuentra la paz. Que incoherencia en la que vivimos, creados para amar y muchas veces nos pasamos las horas juzgando, criticando, hablando mal de los demás. Dame la gracia Señor de quitar la viga que hay en mis ojos, limpia mi corazón, ayúdame a ver a mis hermanos con una mirada como la tuya, misericordiosa. Enséñame a alegrarme con sus triunfos, a entristecerme con sus derrotas, a alabar lo bueno y como hermanos siempre tender la mano. ¡Señor, hazme un istrumento de tu paz! Amén. (Pbro.Tavo).
