Buenos días Señor, gracias por este nuevo día. Te has fijado Señor que triste está nuestro mundo, guerras en oriente y occidente, cuanta violencia en las calles, gente muriendo de hambre y sed, unos en las áridas tierras aficanas, otros haciendo largas filas en tierras bolivarianas, otros en campos de refugiados y todo a causa del hombre, de la codicia, del egoísmo, de quererle a todo sacar partido, de pasarle uno por encima al otro. No fue este este tu plan Señor, pues tú nos creaste por amor y para amar, el problema está en que nos hemos alejado de ti, nos hemos apartado de la fuente del amor y nuestro amor se ha corrompido, se ha convertido en egoísmo. Pero hoy, este día puede ser el día para realizar el cambio, depende de mi, depende de cada uno de nosotros. Ayúdanos Señor, danos la gracia de tener las mismas actitudes que tú, amar a los demás como nos amas tú, compadecerse de los demás como te compadeces tú, tender la mano como la tiendes tú, comprender a los demás como nos comprendes tu. Una pequeña sonrisa, un saludo desinteresado, un perdón de corazón, un querernos de verdad y como hermanos, un tender la mano al que ha caído, un animar al triste y afligido, un visitar al anciano, al enfermo, al olvidado. Señor, permítenos hoy realizar esas pequeñas cosas, llena mi corazón de tu amor, y ayúdanos a tomar conciencia que a todos nos toca y entre todos podemos hoy contribuir a tener un mundo mejor. ¡Señor, contigo todo, sin ti nada! Amén. (Pbro. Tavo).
