Al iniciar este día quiero agradecerte Señor por regalarme un día más de vida, día en el cual quiero, con tu gracia y unido a ti, vivirlo intensamente, dar lo mejor de mi en cada momento, Sé que no es fácil, la agenda está llena, por eso pongo este día en tus manos y te pido me ayudes a vivirlo con toda la actitud, con alegría, generosidad y optimismo. Con insistencia estos días tu evangelio nos ha hablado de la necesidad de estar unidos a ti para poder dar fruto, de amar a nuestros hermanos así como tú nos has amado. Dame la gracia Señor de mantenerme unido a ti, de saber buscar momentos para conversar contigo, para escuchar tu voz, para leer tu mensaje. Ilumina mi conciencia y mi corazón para saber caminar a lo largo del día con los ojos puestos en ti Señor, para que mis palabras y acciones muestren mi identidad cristiana Ayúdame para que este día sea realmente diferente, que sea un día en el cual busque ejercitar tu mandamiento nuevo, estando atento para ejercitar la caridad, de pensamiento, ayúdame a no ser duro de juicio, que mis palabras sean positivas, mejor callar si no tengo nada bueno que agregar, que busque siempre construir y jamás destruir, que sea paciente y humilde en el trato, y sepa darme el tiempo para escuchar, servir, salir al encuentro de los demás. Hoy es el día que me has regalado, el pasado en tus manos está, el futuro o sé si lo tendré, por eso te pido que me des la gracia de saber aprovechar y vivir al máximo este día que me has dado. ¡No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido para que vayan y den fruto y su fruto permanezca! Amén. (Pbro. Tavo).