Buenos días Señor, inicia un nuevo día y con él la oportunidad de comenzar un nuevo camino, de enmendar errores y de perseverar para alcanzar la meta trazada. Dame la gracia de escuchar tu palabra, de dejarme iluminar por tus enseñanzas y las ponga en práctica. ¿Qué quieres de mi hoy? Cuántas cosas Señor nos roban la paz, dificultades, tristezas, angustias, actividades, proyectos, que dificultan ese silencio interior tan necesario para poder escuchar tu voz. Ayúdame Señor a hacer silencio, a aprovechar este momento al inicio del día para sosegar el alma, para que lleno de confianza pueda recorrer lentamente las actividades y compromisos del día y con fe firme y esperanza renovada los sepa dejar en tus manos, con la confianza de que tu harás tu trabajo y yo me empeñare por hacer el mío. ¡Bendice alma mía al Señor, y no olvides sus beneficios, Aleluya! (Pbro.Tavo).