Buenos días Señor, inicia un día más. Gracias por darme la oportunidad de poder vivirlo. Se que hay ocasiones en que el día no es muy prometedor, las dificultades que se avecinan o las decisiones a tomar no son nada agradables, el miedo a lo que pueda pasar, todo eso nos puede robar la paz. Fijo mi mirada en ti Señor, en mi Cristo resucitado, y lleno de confianza te digo: “Señor aumenta mi fe, dame la gracia de ser un cristiano lleno de esperanza, que realmente crea que contigo todo es posible”.
¡El Señor es mi pastor nada me falta! Dame la gracia Señor de vivir este día con optimismo, con alegría, con la confianza de que tu caminas siempre a mi lado. Que a pesar de que el camino a veces se muestre difícil, de que el futuro sea incierto, de que parezca difícil alcanzar la meta, tú Señor eres mi buen pastor, aunque camine por cañadas oscuras, tu vara y tu cayado me dan seguridad, pues me conduces hacia fuentes de agua pura y fresca. Señor, aqui estoy, lleno de confianza inicio este día, pongo en tus manos todo, las alegrías y lo que me roba la paz, y solo una cosa más te pido, que la esperanza me sostenga alegre y positivo a lo largo del camino. ¡Señor Jesús, en ti confío! Amén. (Pbro. Tavo).