Ha iniciado un nuevo día, lleno de confianza inicio mi camino con el desafío de una vida nueva, de colocar los ojos en lo esencial y dejar de lado todo aquello superficial, que estorbe a alcanzar la meta definitiva. ¡De que le sirve al hombre ganar el mundo entero, si al final pierde su alma! ¿Porqué será Señor que nos cuesta tanto darte el lugar que te corresponde? Si dedicaramos tan sólo la mitad de tiempo que pasamos pensando, hablando, en cosas intrascendentes a dedicarlo a hablar contigo, a ayudar a los demás que diferente seria nuestra vida. Señor ayúdame para que este tiempo de pascua sea realmente el inicio de una vida nueva, que el triunfo de Cristo, me ayude a vivir cada día lleno de esperanza, que la fuerza del Espíritu Santo me impulse a vivir mi fe coherentemente, poniendo en práctica tus enseñanzas, las bienaventuranzas. Dame la gracia de saber buscar y detenerme a lo largo del día, momentos para encontrarme contigo en el Sagrario, para escucharte en la lectura de las escrituras, para que a imagen de tus primeros discípulos pueda hablar de lo que he visto y escuchado. ¡El Señor es mi auxilio y mi salvación, Aleluya! (Pbro. Tavo).