Buenos días Señor, gracias por darme la oportunidad de iniciar esta nueva semana laboral, cuántos proyectos, cuántos planes, cuántos buenos propósitos y a la vez cuántos miedos, cuántas inseguridades. ¡Aumenta Señor mi fe, renueva mi esperanza! Me gustaría tener la certeza de que todo se irá sucediendo según lo esperado, pero no sé Señor si mis planes son tus planes, desconozco que es lo que tu tengas planeado para mi esta semana. “No tengas miedo” las palabras del ángel dirigidas a María, unidas a las que pronunciaste a los discípulos cuando se encontraban encerrados por miedo: “la paz esté con vosotros” dan sosiego a mi alma, me invitan a confiar en ti, a no olvidar que tú Señor siempre buscas lo mejor para mí, la certeza de que tu harás tu parte Señor y yo tengo que hacer la mía. Adiós miedos, adiós desconfianzas, todo lo puedo contigo Señor que me fortaleces, sólo te pido me des la gracia de estar siempre atento a la escucha del Espíritu Santo y seguir tus enseñanzas. ¿Cuáles son tus planes para mi esta semana Señor? Aquí estoy, que se haga tu voluntad. ¡Dichoso el hombre que pone su confianza en el Señor, Aleluya! (Pbro. Tavo).