Buenos días Señor, gracias por este nuevo día. En este momento de silencio quiero junto a ti Señor ir repasando los pendientes y actividades de este día. Ayúdame a saber priorizar, a ver que cosas son realmente importantes, esenciales y cuáles no.
Dame sabiduría Señor para descubrir tus caminos, para saber elegir las acciones correctas a través de las cuales pueda conocerte mejor y a la vez poderte transmitir a los demás. Enséñame a buscar momentos para orar a solas y otros momentos para orar en comunidad, pues tú dijiste que dónde dónde dos o más se reúnan en tu nombre ahí estarás tu presente. Cuánto bien hace estos momentos de oración, y cuánta gente quizá no sabe cómo orar o está esperando, necesita que alguien la invite a orar. Ayúdame a vencer mis miedos, y dame la fuerza para invitar, para convocar a otras personas a que te conozcan. Cuánto bien hace al alma, al corazón estos momentos junto a ti Señor, no puedo ser envidioso, tengo que compartir, invitar, transmitir, pero sobre todo con el ejemplo. Dame la gracia de ser coherente, de hoy poner en práctica lo que meditado, dialogado contigo. Santa María madre de Dios ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. (Pbro. Tavo).