Lunes 25 de junio de 2018
Buenos días Señor, gracias por permitirme amanecer un nuevo día. Hoy quiero preparar el camino, que mi corazón sea como tierra suelta para que tu semilla encuentre un lugar donde germinar y dé frutos en abundancia. Pues tú Señor todos los días sales a mi encuentro, gracias por nunca dejarme solo. Pongo en tus manos mis planes y retos de esta semana laboral que hoy inicia, dame sabiduría, paciencia y humildad y un corazón como el tuyo para cumplir fielmente mis planes y los tuyos, para ser fiel a tu voluntad. Hoy renuevo mi caminar lleno de esperanza, con la mirada puesta en ti, pues tu victoria Señor me recuerda que para ti nada es imposible y además tengo la certeza que nunca me dejarás solo, ¡En ti Señor confío! Amén. (Pbro. Tavo).