Al iniciar este día busco un momento de silencio para encontrarme contigo Señor, para conversar contigo, para poner en tus manos mis preocupaciones y planes de este día. Hoy quiero pedirte Señor me ayudes a revisar mis jerarquías, ¿Qué lugar ocupas tu en mi vida? ¿Qué lugar ocupan las cosas de aquí de la tierra, lo materia? ¿Cuánto tiempo te dedico a ti Señor y cuanto a las cosas de aquí? Pues ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina? Dame sabiduría para siempre saber optar por ti Señor, que las cosas de la tierra, buenas en si, sean instrumentos que me ayuden a llegar a ti, pero nunca me aparten de ti, mucho menos que ocupen tu lugar Señor, que este tiempo de cuaresma sea realmente para mi un tiempo de revisión, de purificación, de conversión, para que a través de la oración, el sacrificio y la caridad vuelva a colocarte en el centro de mi vida, de mi corazón Señor. Te pido envíes tu bendición Señor a todos los enfermos, a los que sufren de la soledad, el abandono, la incomprensión, el desánimo, a todos Señor dales fortaleza y paz, anínalos a continuar su camino, tómanos de la mano y enséñanos a caminar contigo, y experimentemos que contigo Señor el yugo se hace suave y la carga llevadera, Amén. (Pbro. Tavo).