Buenos días Señor, este día da inicio la Cuaresma con la celebración del miércoles de ceniza. Tiempo que somos invitados de manera especial a la oración, el sacrificio, la caridad, tiempo para reemprender el camino de la conversión. ¿Qué quieres Señor de mi? ¿Qué hay en mi Señor que debo cambiar? Dame la gracia de descubrir que debo hacer para transformar mi corazón, para vivir mi vida con coherencia, para ser lo que debo de ser, cristiano de una sola pieza, auténtico, fiel. Ayúdame Señor a saber aprovechar este tiempo de gracia, que al igual que el pueblo de Israel emprendió su viaje hacia la tierra prometida sepa recorrer a lo largo de estos cuarenta días a través del desierto espiritual, tiempo para la oración, para aprender a confiar en ti Señor, a experimentar tu fidelidad, tu amor. Tiempo para fortalecerme en la fe, para contemplar tu gran amor Señor, “nadie tiene mayor amor que el que da su vida por los demás” y tu Señor diste tu vida por mi, ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Aquí estoy Señor, lleno de confianza inicio mi camino cuaresmal, guía mis pasos, dime por donde debo caminar, qué debo hacer para vivir mi vida con sentido, plenamente. Me pongo en tus manos, aumenta mi fe, que no olvide que polvo soy y al polvo he de volver, Amén. (Pbro. Tavo).