Buenos días Señor, antes de iniciar las actividades de este día quiero poner en tus manos mis deseos, mis anhelos, aquello que tú bien conoces y deseo de todo corazón alcanzar. Tu eres Señor el todopoderoso, una sola palabra tuya basta para alcanzar la meta, para conseguir el objetivo, para alcanzar la gracia. Aquí estoy Señor, ante ti con la confianza plena que escucharás mi voz, que me darás lo que te pido. Sé que no soy digno, pero tu amor es grande e infinita es tu misericordia. Además tu has dicho que a quien toca se le abre, y a quien pide se le dará. Así que lleno de humildad y confianza me acerco hoy a ti y te digo: ¡Señor Dame lo que necesito y pídeme lo que quieras! Amén. (Pbro. Tavo).
Diócesis de Piedras Negras
