Los obispos de México publicaron el pasado 3 de septiembre su mensaje “con motivo del Bicentenario de la Consumación de la Independencia de México”.
El documento, titulado “La Consumación de la Independencia: una tarea permanente”, recuerda que el 28 de septiembre de este año se cumplen 200 años de la declaración de independencia del entonces naciente Imperio Mexicano del Imperio Español.
La guerra de independencia de México, iniciada el 16 de septiembre de 1810 con el “Grito de Dolores” del sacerdote católico Miguel Hidalgo y Costilla, culminó el 27 de septiembre de 1821 con el ingreso del llamado Ejército Trigarante a la actual Ciudad de México, encabezado por Agustín de Iturbide.
El Ejército Trigarante debía su nombre a que exigía tres garantías: la fe católica como religión nacional, la independencia de México con respecto de España y la unión entre americanos y europeos.
Al día siguiente, 33 miembros de la Junta Provisional Gubernativa firmaron el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, junto a Iturbide, que se convirtió en el emperador de México al año siguiente.
En su documento, los obispos destacan que “este momento, festivo sin duda, también es ocasión de reflexión sobre nuestra identidad y sobre el destino común, inmediato y mediato, de nuestro pueblo”.
Más adelante, destacan que “la ocasión que brinda el Bicentenario de nuestra Independencia debe llevarnos a la reflexión sobre las tareas colectivas pendientes, lamentablemente postergadas, no obstante 200 años de vida independiente”.
“Si somos felizmente una nación destacada y reconocida en el ámbito internacional, que ha luchado por la democracia, no obstante su carácter reciente y sus imperfecciones, 2021 debe ser el año que señale el verdadero compromiso de los mexicanos por convertir a nuestra Nación en un país y en una sociedad ¡por fin! verdaderamente justos e igualitarios”, aseguraron.
Al presentar el documento en conferencia de prensa, Mons. Franco Coppola, Nuncio Apostólico en México, destacó que “aunque la cosa puede ser cuestionada, muchos iniciaron este camino por fidelidad al Evangelio”.
“A pesar de las incomprensiones, a pesar de los juicios, a pesar del ambiente que a veces no los ayudaba, lo hicieron por fidelidad al Evangelio”, afirmó.
“Es un llamado también para nosotros, como Iglesia, a quedarnos siempre fieles al Evangelio y solo al Evangelio”, expresó.
Por su parte, Mons. Rogelio Cabrera López, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), indicó que “el documento parte de los tres elementos fundantes de la independencia, que tienen que ser leídos e modo actual: las libertades, la parte de la vida espiritual o religiosa y el tema de la unidad nacional”.
“Cada uno de los temas tiene su propia actualización”, señaló.
Frente al “desafío de la laicidad”, dijo Mons. Cabrera López, “nosotros creemos y así lo ha asentado la Iglesia Católica desde el Concilio Vaticano II, que una sociedad laica es necesaria”.
“Nosotros estamos siempre a favor de esta apertura religiosa, espiritual, pero el hablar de laicidad no significa otra cosa más que libertad religiosa, libertad para creer, libertad para asociarse o no asociarse, libertad para expresar cada uno lo que piensa, sabiendo que en esa transmisión de la propia doctrina hay un respeto al otro”, dijo.
Para leer el texto completo del mensaje “La Consumación de la Independencia: una tarea permanente”, puede ingresar AQUÍ.
Fuentes: aciprensa.com y cem.org.mx
