JORNADA DE AYUNO Y ORACIÓN POR LA SALUD DEL PBRO. GILBERTO SANCHEZ CANTÚ.

Día: Viernes 11 de Septiembre 2020.

“Ayunar es buscar la belleza de una vida más sencilla” Papa Francisco.

SENTIDO DEL AYUNO

El ayuno aparece en la Biblia muchas veces. Para el Pueblo de Israel, ayunar es un acto religioso que expresa fe en Dios y superación de toda dependencia. Pero el ayuno, que actúa sobre la misma persona creyente, no es un elemento aislado; siempre va acompañado de: a) la oración, su dimensión vertical, buena compañera del ayuno (Tb 12,8), pues toda práctica religiosa es un camino de encuentro con Dios, y el ayuno representa la supremacía de Dios sobre las necesidades propias; b) la justicia, su dimensión horizontal, pues el Dios de la Biblia señala que sin justicia, sin compromiso con los demás o los más pobres, el ayuno puede caer en la hipocresía o el autoengaño que tranquiliza la conciencia. Los motivos por los que los israelitas ayunan son: Prepararse para el encuentro con Dios, como les sucede a Moisés o Elías (ExØ 34,28; 1 R 19,8), que luego acompañarán a Cristo en el Tabor. Prepararse para desempeñar una misión, como le sucede a la reina Esther (EstØ 4,16; cf. Jc 20,26; 2 M 13,12). Mostrar arrepentimiento y pedir el perdón de los pecados, como hacen losØ habitantes de Nínive (Jn 3,9; cf. 1 S 7, 6, 1 R 21, 27) o también mostrar que uno ha recibido perdón (Lv 16, 29-31). Mostrar duelo por una desagracia (2 S 1,12; Ba 1 5).

ORACIÓN PARA OFRECER EL AYUNO

Padre amoroso, hoy he decidido ayunar. Recuerdo que tus profetas ayunaban, que Jesús Nuestro Señor ayunó, y que también lo hicieron sus discípulos. Padre Eterno, te ofrezco este día de ayuno. Que a través de él pueda yo estar más cerca tuyo, me muestre tus caminos y abra mis ojos para que reconozca tus muchos dones. Que mi corazón rebose de amor hacia Ti y hacia mi prójimo. Señor, que este ayuno me haga crecer en comprensión hacia el hambriento, el que está desposeído, el pobre. Haz que vea mis posesiones como dones del peregrinar que deben ser compartidos. Dame también la gracia de la humildad y la fuerza para hacer tu Voluntad. Señor, que este ayuno me limpie de los malos hábitos, calme mis pasiones, y aumente en mí tus virtudes. Y tú, Madre mía, obtén para mí la gracia de ayunar con alegría, que mi corazón pueda cantar contigo un canto de acción de gracias. Pongo en tus manos mi decisión de ayunar con firmeza. Enséñame, a través del ayuno, a ser más y más como tu Hijo Jesucristo, por medio del Espíritu Santo. Amén.

Nota: Si por algún motivo no se puede ofrecer el ayuno, se invita a realizar una obra de misericordia.