El Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, habló en su carta semanal sobre la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores que se celebrará el domingo 25 de julio, la fecha más cercana a la festividad de San Joaquín y Santa Ana.
En su carta semanal, el Obispo de Córdoba recordó que “Jesús también tuvo abuelos” y que los Evangelios apócrifos nos hablan de ellos “y la tradición nos dice que los padres de María eran Joaquín y Ana, cuya fiesta litúrgica se celebra el 26 de julio”.
El Prelado subrayó la belleza de tener abuelos, “es uno de los recuerdos más bonitos de nuestra infancia”.
“En esa relación intergeneracional, los abuelos ofrecen un ámbito de afecto y de ternura, que compensa la dureza de la vida. La vida no siempre es fácil, los padres tienen la preciosa tarea de encauzar la vida de los hijos, unas veces con aplauso y apoyo y otras veces corrigiendo a tiempo. En los abuelos uno sólo encuentra apoyo y ternura”, destacó el Prelado.
Además Mons. Fernández alertó ante “un fenómeno cada vez más frecuente: que los abuelos no tienen sitio en nuestra sociedad, no hay sitio para ellos en nuestras casas, no podemos atenderlos como necesitan”.
E insistió en que “los cambios “progresistas” de nuestra sociedad, los abuelos estorban, son como un obstáculo ya no sólo físico, sino un obstáculo en el cambio de mentalidad de una sociedad, que es fácilmente manipulable. Todo nos empuja a prescindir de los abuelos, a dar ese salto generacional precipitando la ruptura con el pasado”.
Por eso destacó que la ley de eutanasia recientemente aprobada en España es “una ley para la muerte, la intención es eliminar a los abuelos cuando estorben”.
En ese contexto el Papa Francisco instituyó a partir de este año la Jornada Mundial de los abuelos y mayores, “para llamarnos a todos la atención sobre este hecho social con sus pros y sus contras”, aseguró el Prelado.
Y recordó que “el Magisterio reciente de los Papas ha insistido en esta realidad y ha procurado iluminar la vida de los mayores, de manera que no queden descartados o incluso expulsados de la sociedad. Esta Jornada Mundial puede ayudarnos a caer en la cuenta del papel de los abuelos en la familia y en la sociedad”.
También aseguró que el lema de esta jornada “Yo estoy contigo todos los días” subraya que “Jesucristo no abandona a nadie, y que está especialmente presente con las personas que, dadas las circunstancias de la vida, se sienten solas”.
“La pandemia ha acentuado esta experiencia de soledad. Cuántos mayores han partido de este mundo desde la más absoluta soledad, que nunca podía imaginar. Cuántas personas, en sus casas y en residencias de ancianos, han vivido el confinamiento y los contagios de forma absolutamente recluida en la cuarentena. Cuánta soledad en el corazón humano, cuando más se necesita de compañía, porque faltan otros recursos de salud, de personas, de medios, etc.”, destacó el Obispo de Córdoba.
Por eso animó a que la Jornada Mundial de los abuelos y los mayores “nos acerque a tales personas que viven en nuestro entorno. Y que las personas que viven esta etapa de sus vidas, quizá antes llenas de actividad y entrega y ahora más limitadas, puedan acoger esta palabra de Jesús, que se hace vida en sus vidas”.
Fuente: aciprensa.com