Santa Beatriz de Silva (ca. 1426 – 1492) fue una religiosa portuguesa que fundó la Orden de la Inmaculada Concepción (Concepcionistas Franciscanas), dedicada a la oración contemplativa y a difundir la devoción a María Inmaculada.
La Santa nació en Ceuta, ciudad del norte de África, ubicada de cara al mar Mediterráneo, y que en aquella época se encontraba bajo el dominio de la corona de Portugal.
La madre de Beatriz, siguiendo la tradición familiar, encomendó la educación religiosa de sus once hijos a los franciscanos, quienes sembraron en ellos un amor especial a la Inmaculada Concepción. La formación franciscana despertó vocaciones a la vida religiosa dentro de la familia. No solo fue el caso de Beatriz, sino que uno de sus hermanos, Juan o “Joao”, tomó también el hábito de San Francisco, cambiando su nombre por el de Amadeo. Este -el quinto de los hermanos De Silva- impulsó una reforma dentro de la orden franciscana en Italia. Dicha reforma se convertiría en una de las ramas de la orden, conocida posteriormente como los “amadeístas”.
En 1447, Beatriz llega a Castilla, España, acompañando como doncella a Isabel de Portugal (prima hermana del rey Alfonso V de Portugal) que venía desde su reino para contraer matrimonio con el rey de Castilla, Juan II.
Sin embargo, al poco tiempo, Isabel no solo le retiró su favor sino que se comportó violentamente con ella. El palacio de Juan II era un nido de habladurías y conspiraciones por el poder. Se acusó a Beatriz de tener algo que ver con el rey, con lo que Isabel empezó a verla como una rival. Beatriz terminó abandonando la corte real, ubicada en Tordesillas (Valladolid), e ingresó al monasterio cisterciense de Santo Domingo de Silos, en Toledo, en el que sirvió al Señor por 30 años.
Después de ese período, decidió fundar un nuevo monasterio, el que se convertiría en la primera sede de la Orden de la Inmaculada Concepción.
En 1489, a petición de Beatriz y de la reina Isabel la católica, el Papa Inocencio VIII autorizó la fundación del nuevo monasterio y aprobó las reglas. Sin embargo, antes de que se iniciara la vida regular, Beatriz falleció en 1492.
La nueva familia religiosa se extendió rápidamente por Europa y después en América. Actualmente está formada por unas 3 mil religiosas que viven en 150 monasterios repartidos por todo el mundo.
Beatriz fue beatificada por el papa Pío XI, el 28 de julio de 1926. Fue canonizada el 3 de octubre de 1976 por el papa Pablo VI y sus restos se conservan para veneración pública en la Casa Madre de las Concepcionistas Franciscanas en Toledo, España.
Fuente: aciprensa.com