San Antonio María Zaccaria fue un médico y sacerdote italiano, fundador de los Clérigos Regulares de San Pablo (Barnabitas) y creador de la fiesta de “La Adoración de las 40 horas”, siendo uno de los santos fundadores más importantes del siglo XVI.
Aunque murió muy joven, cumplió aquella frase del Libro de la Sabiduría en la Biblia que dice: “vivió muy poco tiempo, pero hizo obras como si hubiera tenido una vida muy larga”.
Nació en Cremona, Italia, en 1502. Quedó huérfano de padre cuando tenía muy pocos años.
A los 22 años se graduó de médico y deseaba dedicarse totalmente a atender a la gente más pobre de forma gratuita y aprovechar su profesión para ayudar sus pacientes a salvar sus almas.
Unos años después, sus directores espirituales le aconsejaron que hiciera también los estudios sacerdotales, y así logró ordenarse. Entonces fue doblemente médico: de cuerpos y de almas.
Se trasladó a Milán para hacer apostolado a la mayor cantidad de personas posible. Allí fundó los Clérigos Regulares de San Pablo (Barnabitas), las Hermanas Angélicas de San Pablo y Laicos de San Pablo, e instituyó la fiesta de “La Adoración de las 40 horas” por su gran amor a la Sagrada Eucaristía.
A San Antonio María le correspondió vivir en los tiempos difíciles en los que en Alemania Martín Lutero proclamaba su reforma protestante. Fue uno de los que con su enorme apostolado preparó la gran contrarreforma que la Iglesia Católica iba a traer con el Concilio de Trento.
Falleció el 5 de julio de 1539 a los 37 años y algunos afirman que hizo labores apostólicas como si hubiera trabajado 30 años más. El Papa León XIII lo declaró santo en 1897.