Hoy es fiesta de San Romualdo, rechazado por otros monjes, pero acogido por Jesús

“Amado Cristo Jesús, ¡tú eres el consuelo más grande que existe para tus amigos!”, solía decir el abad San Romualdo fundador de los “Camaldulenses” que empezaron a usar vestimenta blanca por una visión que el santo tuvo.

 

San Romualdo nació en Ravena (Italia) hacia la mitad del siglo X en una familia adinerada. Se educó sin formación cristiana, dejándose llevar por las cosas del mundo. No obstante, de vez en cuando sentía inquietudes y cargo de conciencia.

 

Después de ver cómo su padre mató a un hombre en un duelo, se decidió ir a un monasterio benedictino. Poco a poco fue teniendo una vida ejemplar, lo que molestó e incomodó a otros monjes y San Romualdo se alejó.

 

Empezó a tratar más con un monje rudo y áspero llamado Marino y de esta manera fue progresando rápidamente en su vida de penitencia.

 

Los dos juntos lograron muchas conversiones como la del jefe civil y militar de Venecia, el Dux de Venecia, quien se fue a vivir en oración y soledad y llegó a ser San Pedro Urseolo. También el papá de San Romualdo terminó arrepintiéndose de las cosas que había hecho y se retiró a un convento hasta su muerte.

 

El santo tuvo que experimentar fuertes tentaciones contra la pureza. El demonio, además, buscaba desalentarlo haciéndole ver que la vida de oración, silencio y penitencia era algo inútil. Incluso en las noches se le presentaba el enemigo con imágenes feas y espantosas.

 

San Romualdo redobló sus prácticas de piedad hasta que un día, en medio de los más terribles ataques diabólicos, exclamó: “Jesús misericordioso, ten compasión de mí“. El demonio, al oír esto, huyó inmediatamente y el santo recobró la paz.

 

Después de muchos sufrimientos y rechazos a manos de otros monjes, en 1012 fundó a los “Camaldulenses”. Cierto día, San Romualdo tuvo una visión de una escalera en la que sus discípulos subían al cielo vestidos de blanco y desde entonces cambió el hábito negro de sus religiosos por uno claro.

 

El Santo profetizó su muerte muchos años antes y al final de su vida experimentó arrebatos místicos. Partió a la Casa del Padre un 19 de junio de 1027.

 

Sobre los “Camaldulenses”, actualmente hay dos congregaciones, la de Camaldoli, integrada en la Confederación Benedictina, y la reformada de Monte Corona, fundada por el Beato Pablo Giustiniani que restauró la vida camaldulense en su forma más eremítica y austera. Estos últimos tienen monasterios en Italia, Polonia, España, Estados Unidos, Colombia y Venezuela.

Fuente: aciprensa.com