Al iniciar este día me detengo ante ti para orar, para pedir por la paz mundial, en oriente medio y en nuestra patria. ¿Porqué Señor tanta violencia? ¿Qué ha pasado en este mundo que hemos dejado de ser hermanos? Quizá la indiferencia, el no compadecerse ante el sufrimiento humano, continuar por la vida como si nada estuviera pasando. Quizá la diferencia social, mientras unos no tienen ni que llevar a la boca otros malgastan sin pensar. Quizá la pérdida de valores en familia, o el egoísmo del hombre que busca desmedidamente tener sin importarle los medios para obtener. Yo creo que la causa primera es que nos hemos olvidado de ti Señor, tú eres el gran ausente en la sociedad, en las familias. No entiendo porque se han empeñado tantos en sacarte, en borrarte de la sociedad, y mira lo que ha pasado, más violencia, más desastre, menos hermanos. Regresa Señor a este tu mundo, vuelve a los corazones de tus hijos, entra nuevamente en nuestras familias, en nuestra vida. Transforma nuestro corazón, cambia nuestro egoísmo en generosidad, nuestras envidia en alegría, nuestros rencores en perdón. Ayúdanos Señor a ser nuevamente hermanos, enséñanos a amar como amas tú, a perdonar como perdonas tú, a pasar nuestra vida haciendo el bien como lo hiciste tú. No puedo culpar a los otros de que el mundo esté así, pues tristemente yo también he fallado, he sido indiferente, pero también yo soy parte del cambio, puedo y debo contribuir con la construcción de un mundo nuevo, aquí estoy Señor, entra en mi vida, en mi corazón, ayúdame a vencer mi egoísmo, a pensar más en los demás, en buscar con mis acciones contribuir al bien común. Solo no puedo, necesito de ti Señor, tú eres el todo poderoso, aquel que puede hacer nuevas todas las cosas. Dame Señor un corazón nuevo, alivia los sufrimientos y penas de nuestro mundo, enséñame a ser más hermano. Al atardecer de la vida, me examinarán del amor. Señor que cada dia te conozca un poco más, aumenta mi fe, aumenta mi amor, Amén. (Pbro. Tavo )