El Papa Francisco invitó a pensar en el final de la vida, que será “un encuentro con el Señor de misericordia, de alegría, de felicidad”. Así lo señaló durante la Misa celebrada en Casa Santa Marta este martes 27 de noviembre.
“Es prudente pensar en el final, nos ayuda a avanzar, a hacer un examen de conciencia sobre qué cosas debo corregir y cuáles llevar adelante porque son buenas”, dijo el Papa en su homilía matutina, y sugirió preguntarse: “¿Cómo me gustaría que el Señor me encontrara cuando me llame?”.
En esta línea, el Santo Padre reflexionó sobre la primera lectura del día del libro del Apocalipsis, en la que San Juan explica el fin del mundo como una cosecha en la que “cada uno de nosotros se encontrará con el Señor”.
“Será un encuentro y cada uno le dirá al Señor: Esta es mi vida. Este es mi trigo. Esta es mi calidad de vida”, una oportunidad para pensar en las equivocaciones porque “todos cometemos errores”, pero también “todos hacemos cosas buenas”, insistió.
“Tal vez, algunos de ustedes digan: padre, no sea tan sombrío, que no nos gustan estas cosas… Pero es la verdad”, exclamó el Papa quien preguntó: “¿Qué diría yo si hoy el Señor me llamara?”. Una cuestión que no toma en cuenta edades ya que, como recordó, “nadie tiene una vida asegurada. Lo que sí es seguro es que todos tendremos un final. ¿Cuándo será eso? Sólo Dios lo sabe”, precisó.
De este modo, el Papa Francisco animó a pensar durante esta semana en el final, en que si el Señor llamara hoy, qué le diría. “El pensamiento del fin nos ayuda a avanzar. No es un pensamiento estático: es un pensamiento que avanza porque se lleva adelante por la virtud, por la esperanza. Sí, habrá un fin, pero ese fin será un encuentro: un encuentro con el Señor”.
Aseguró, también, que “será un rendir cuentas de lo que he hecho, pero también será un encuentro de misericordia, de alegría, de felicidad. Pensar en el fin, el fin de la creación, el fin de la propia vida, es sabiduría. El sabio lo hace”, destacó.
Examen de conciencia
Al finalizar, el Santo Padre sugirió hacer un examen de conciencia para evaluar: “¿Qué cosas debo corregir, porque no están bien? ¿Qué cosas debo reforzar y continuar porque son buenas? Cada uno de nosotros tiene muchas cosas buenas, y en este pensamiento no estamos solos: Ahí está el Espíritu Santo que nos ayuda”, subrayó.
“Esta semana le pedimos al Espíritu Santo la sabiduría del tiempo, la sabiduría del fin, la sabiduría de la Resurrección, la sabiduría del encuentro eterno con Jesús, para hacernos entender esta sabiduría que está en nuestra fe”, porque, concluyó: “El encuentro con Jesús será un día de alegría”.
Fuente: aciprensa.com