Con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebra este martes 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, el Papa Francisco encomendó a la Virgen María a todos los enfermos y a sus familiares.
“Encomiendo a la Virgen María, Salud de los enfermos, a todas las personas que llevan el peso de la enfermedad, así como a sus familiares y al personal sanitario. Aseguro a todos, con afecto, mi cercanía en la oración”, dijo el Pontífice en un mensaje difundido en la red social Twitter.
En un segundo mensaje también difundido en la red social Twitter, Francisco afirma que “Jesucristo ofrece su misericordia a quien vive con angustia su propia situación de fragilidad, dolor y debilidad. Él invita a cada uno a entrar en su vida para experimentar su ternura”.
Jesucristo ofrece su misericordia a quien vive con angustia su propia situación de fragilidad, dolor y debilidad. Él invita a cada uno a entrar en su vida para experimentar su ternura. #JornadadelEnfermo https://t.co/1yMIPlDAdb
— Papa Francisco (@Pontifex_es) February 11, 2020
En el mensaje de este año, difundido el pasado 3 de enero, el Santo Padre recordó que “Jesús dirige una invitación a los enfermos y a los oprimidos, a los pobres que sabe que dependen completamente de Dios y que, heridos por el peso de la prueba, necesitan ser curados”.
También recordó que a quien “siente angustia por su propia fragilidad, dolor y debilidad”, el Señor “no impone leyes, sino que ofrece su misericordia, es decir, su persona salvadora”.
Según señaló en el mensaje, los enfermos, debido a sus padecimientos son los que “de modo particular” se encuentran entre los “cansados y agobiados” que “atraen la mirada y el corazón de Jesús”.
Por eso, insistió de que los enfermos encontrarán en Jesús “la fuerza para afrontar las inquietudes”.
En el mensaje, el Papa también tuvo palabras para los profesionales de la salud, y recordó que “actúan con competencia haciendo sentir la presencia de Cristo, que ofrece consuelo y se hace cargo de la persona enferma curando sus heridas”.
Los animó q tener presente en su trabajo “la dignidad y la vida de la persona, sin ceder a actos que lleven a la eutanasia, al suicidio asistido o a poner fin a la vida, ni siquiera cuando el estado de la enfermedad sea irreversible”.
“Vuestra profesionalidad, animada por la caridad cristiana será el mejor servicio al verdadero derecho humano, el derecho a la vida. Aunque a veces no podáis curar al enfermo, sí que podéis siempre cuidar de él con gestos y procedimientos que le den alivio y consuelo”, recordó el Papa Francisco en el mensaje.
Fuente: aciprensa.com