En la lucha contra el coronavirus, y en general en la vida de todo cristiano, la opción preferencia por los pobres debe estar al centro, afirmó el Papa Francisco este miércoles 19 de agosto durante la Audiencia General celebrada en el Vaticano, que recordó que también está en el centro del Evangelio.
En su catequesis, el Pontífice explicó que la pandemia de COVID 19 exige una doble respuesta: por un lado, la curación de la enfermedad causada por el virus, y por otro la cura de las enfermedades sociales puestas de relieve, y agravadas, por la crisis sanitaria.
En ese sentido, aseguró que la opción preferencial por los pobres “no es una opción política, ni una opción ideológica, ni una opción de partido. No. La opción preferencial por los pobres está en el centro del Evangelio. El primero en hacerla fue Jesús. Él, siendo rico, se hizo pobre para parecerse a nosotros. Se hizo uno de nosotros. Por eso en el centro del Evangelio está esta opción por los pobres, en el centro del mensaje de Jesús.
“El mismo Cristo”, continuó el Santo Padre, “que es Dios, se despojó a sí mismo, haciéndose similar a los hombres; y no eligió una vida de privilegio, sino la condición de siervo. Nació en una familia humilde y trabajó como artesano”.
Al inicio de su predicación, “anunció que en el Reino de Dios los pobres son bienaventurados. Estaba en medio de los enfermos, de los pobres y de los excluidos, mostrándoles el amor misericordioso de Dios”.
Por ello, “muchas veces se le juzgó como un hombre impuro, porque iba con los enfermos, con los leprosos, y eso hacía impura a la gente, según la mentalidad de la ley de la época. Y Él se arriesgó para estar cerca de los pobres”.
De mismo modo, “a los seguidores de Jesús se les reconoce por su cercanía a los pobres, a los pequeños, a los enfermos y a los encarcelados, a los excluidos y a los olvidados, a quienes se les priva de comida y de vestido. Este es un criterio clave de autenticidad cristiana”.
“La fe, la esperanza y el amor, necesariamente te empujan hacia esta preferencia por los más necesitados, que va más allá de la mera necesaria asistencia. De hecho, implica caminar juntos, dejarse evangelizar por ellos, que conocen bien a Cristo sufriente, dejarnos ‘contagiar’ por su experiencia de salvación, por su sabiduría y su creatividad”.
Compartir con los pobres “significa enriquecerse unos a otros”. A ese fin “conduce el amor de Cristo, que nos ha amado hasta el extremo”.
“Todos estamos preocupados por las consecuencias sociales de la pandemia. Muchos quieren regresar a la normalidad y retomar la actividad económica. Cierto, pero esa ‘normalidad’ no debe implicar la injusticia social y la degradación del medio ambiente”.
Destacó que “hoy tenemos una ocasión para construir algo diferente. Por ejemplo, podemos hacer crecer una economía de desarrollo integral de los pobres y no de asistencialismo”.
“Con esto no quiero condenar el asistencialismo, las obras asistenciales son importantes, pensemos en el voluntariado, que es una de las estructuras más bellas que tiene la Iglesia en Italia, eso lo hace el asistencialismo. Pero debemos ir más allá y resolver los problemas que nos empujan a hacer asistencialismo”.
“La opción preferencial por los pobres, esta exigencia ético-social que proviene del amor de Dios, nos impulsa a pensar y diseñar una economía donde las personas, y sobre todo los más pobres, estén en el centro. Y nos anima también a proyectar la cura del virus privilegiando a aquellos que más lo necesitan”, defendió el Papa Francisco.
Fuente: aciprensa.com