El Papa Francisco destacó el valor de la vida y de la maternidad este 2 de septiembre al recordar que “en el principio está el Amor, el amor de Dios” ya que “todo lo que es vida, todo lo que es bello, bueno y verdadero viene de ahí, de Dios que es amor, como la vida humana viene del corazón y del seno de una madre”.
Así lo dijo el Santo Padre al reanudar en el Palacio Apostólico Vaticano las audiencias privadas para pequeños grupos de personas después de la tradicional pausa de verano y del tiempo de convalecencia debido a la cirugía intestinal a la que fue sometido el pasado 4 de julio.
De este modo, el Papa recibió en la mañana de este 2 de septiembre a miembros de la Fundación Arché, entre los que se encontraban madres con sus hijos pequeños y su fundador, P. Giuseppe Bettoni.
En su discurso de saludo, el Santo Padre agradeció su visita y por “contarme su historia, no sólo con palabras, sino con sus rostros y su presencia”.
Dirigiéndose a P. Bettoni, el Papa dio las gracias “por su trabajo durante estos treinta años desde que comenzó su compromiso de acoger a las madres con hijos” y añadió bromeando: “¿empezaste a trabajar desde la Primera Comunión?”.
Luego, el Santo Padre reflexionó en el nombre de la Fundación Arché “que recuerda el origen, el principio, y sabemos que en el principio está el Amor, el amor de Dios”.
“Todo lo que es vida, todo lo que es bello, bueno y verdadero viene de ahí, de Dios que es amor, como la vida humana viene del corazón y del seno de una madre, y del seno de una Madre vino Jesús, que es el Amor que se hizo carne, que se hizo hombre”, afirmó el Papa.
En esta línea, el Santo Padre subrayó que “al principio están los rostros: para ustedes son los rostros de esas madres y de esos niños que han acogido y ayudado a liberarse de las ataduras de la violencia y el maltrato. También mujeres migrantes que llevan en sus carnes experiencias dramáticas”.
No para los pobres, sino con los pobres
“Sus comunidades de acogida son un signo de esperanza en primer lugar para ellas, para estas mujeres y sus hijos. Pero también son un signo de esperanza para ustedes que comparten sus vidas con ellos y para los voluntarios, los jóvenes, las jóvenes, las parejas jóvenes que en estas comunidades experimentan el servicio no sólo para los pobres -algo muy bueno- pero es todavía más bueno con los pobres”, indicó el Papa.
Además, el Santo Padre explicó que “la Madre y el Niño es un icono muy familiar para nosotros los cristianos” y añadió “ustedes no se han quedado sólo en una bella imagen: la han traducido en una experiencia concreta, hecha de historias y rostros concretos. Esto significa ciertamente problemas, dificultades, fatigas… Pero al mismo tiempo significa alegría, la alegría de ver que el compartir abre caminos de libertad, renacimiento y dignidad”.
Finalmente, el Papa Francisco bendijo su trabajo y los animó a seguir adelante “hasta que el Señor quiera” y les agradeció por la próxima inauguración de una casa en Roma que albergará una nueva comunidad.
“Que sea un lugar donde se viva el estilo de Dios, que es cercanía, ternura y compasión. Y que la estructura esté siempre al servicio de las personas, no al revés. Que el Espíritu Santo renueve siempre en ustedes la alegría del Evangelio, y que la Virgen les proteja. Por favor, recen también por mí”, concluyó el Papa.
Fuente: aciprensa.com