Amanece una nuevo día con él la
oportunidad de vivir mejor la vida, de enmendar,
de conocerte un poco más Señor.
Nos hiciste para amar y es haciendo en bien
que nuestro corazón encontrará la paz.
Ayúdame a descubrir tu rostro Señor, a ver a
los demás con una mirada como la tuya.
Dame un corazón bondadoso, manso, que
sepa amar, que sepa perdonar. Ayúdame a
salir de mi comodísimo y tender la mano al
hermano que sufre, que espera. Señor, haz
de mí un instrumento tuyo, que sea un
instrumento de tu paz, de tu luz, de tu amor,
Amén. (Pbro. Tavo)