Martes 17 de abril de 2018
Buenos días Señor, gracias por este nuevo día. Antes de iniciar mis actividades me detengo un momento para conversar contigo Señor, para meditar tu palabra. Cuánto bien hacen al alma estos momentos de silencio, se aclara la mente , se ilumina el entendimiento, se alcanza la paz. Gracias Señor por diariamente salir a mi encuentro, por regalarme diariamente el don de la vida, la capacidad de amar, de servir, de vivir cada día con entusiasmo. Ayúdame a no soltarme de tu mano, de buscar en todo momento escuchar y cumplir tu voluntad, de vivir hoy mi día con la certeza de que tú Señor has resucitado y caminas a mi lado. ¡El Señor es mi pastor, nada me falta! Amén. (Pbro. Tavo).