Decisiones.
Todas las decisiones tienen sus pros y sus contras. Se decide entre varias opciones, recurriendo primero a la madurez, sentido común e inteligencia. Incluso pedimos la luz de Dios o invocamos su nombre, para acertar en el momento crítico; esto es correcto, pues hay acontecimientos que rebasan nuestra condición de seres limitados y definitivamente necesitamos de Él. Nuestra existencia se construye de constantes decisiones, excepto en aquello que nos da vida: Dios. Él no es una decisión, ni una poción; Dios es esencial, es único.