Cada 6 de noviembre la Iglesia Católica celebra la Fiesta de San Leonardo de Noblac, patrón de los prisioneros y las parturientas. En su honor se construyeron cientos de iglesias y capillas.
San Leonardo nació en Galia entre el 491 y el 518 en una familia noble de Roma. San Remigio, Obispo de Reims, lo condujo al apostolado y la caridad.
Rechazó el episcopado ofrecido por el rey Clodoveo, se retiró a un convento de Micy y luego a un bosque de Aquitania (Francia). Más adelante recibió de un rey una tierra en Noblac.
San Leonardo logró la liberación de varios prisioneros gracias a un privilegio que obtuvo del rey, así como también lo hacía San Remigio.
En una ocasión ayudó a la Reina, a quien se le presentó los dolores de parto de un momento a otro. Las oraciones y cuidados de San Leonardo permitieron que se diera luz al niño sin complicaciones particulares.
Fuente: aciprensa.com